Donald J. Trump y los Métodos Populistas
Donald J. Trump puede ser el 45avo. presidente de los Estados Unidos de América. Todo vale en el amor y en la guerra, y en política (Anuencia de Clausewitz). Habiendo crecido o habiendo estado en contacto con el desarrollo de la historia de países latinoamericanos, he sido testigo de la aparición de figuras con intolerantes métodos populistas que ante cada crítica responden con acusaciones, tildando a la oposición de ser elementos desestabilizadores.
Por Fabian Kussman
Donald J. Trump es un admirador de este sistema. Ha endulzado las orejas de los ciudadanos propensos al belicismo (Algo tradicional por esas latitudes) y -sin mucha claridad- emitiendo el mensaje que los aplaudidores (Si, también los hay) quieren escuchar.
Trump es un empresario con billones. A diferencia de otros prósperos americanos (Bill Gates, Warren Buffet) Trump no se hizo a sí mismo. Es descendiente de un padre pudiente. Un millonario que ha tomado atajos y cuyas empresas han presentado bancarrotas en varias oportunidades y ya sabemos quién paga esos agujeros en el estilo de vida americano.
El neoyorkino no toma prisioneros. Ha llamado mentiroso a sus rivales del partido republicano (Rubio, Cruz) Ha ofendido a la esposa de un contendiente (Otra vez Cruz) Se ha mofado de un periodista discapacitado (Serge Kovalesky, del New York Times) Ha llamado corrupta a su inminente rival por la oficina oval en la Casa Blanca. Todo esto, claro, sin pruebas o justificación. Pero en el amor, en la guerra y en las carreras por cargos públicos, todo vale.
Un incidente menor tomó auge y se esparció como el polvo durante la convención republicana. Melania Trump fue invitada por su esposo a tomar un lugar en el atril y dirigirse a los votantes haciendo brillar las cualidades de su cónyuge. Fue un discurso suave y comprometido, y a pesar de que la señora Trump -eslovena de nacimiento- tiene algunos problemas de dicción, el periodismo en general lo encontró cristalino y encantador. Pero somos marineros de la época de internet y siempre hay un inconformista que nos arruina los relatos, como aquel que exagera el gol de Maradona a los ingleses y queda mal parado al ver las imágenes de video en un medio deportivo. En este caso, el diablo demócrata metió la cola y comparó el discurso de la señora Melania Trump, con el que emanara la señora Michelle Obama en el año 2008. Para ser amables, 99% plagio. ¿Un hecho menor? Tal vez no.
La reacción del equipo de campaña del magnate giró inesperadamente y comenzó a desmentir lo imposible. “Palabras comunes no tienen dueño”, “Hillary metió la cola”. “El periodismo ve fantasmas donde no los hay”.
El acercamiento a un problema muchas veces es más simple que La Navaja de Ockham. Una simple disculpa, un simple “Investigaremos esto”, una mueca de equivocación, hubiera permitido a Trump, su equipo de campaña y a sus seguidores incondicionales dejar atrás el resbalón y avanzar hacia el futuro. Pero, siempre es más fácil culpar a los demás de nuestras propias desgracias, no sé si esto suena familiar.
Se indaga sobre si tiene Trump la personalidad para trabajar bajo presión y no buscar la salvación con la vieja canción que no existe y dice: “Yo miento, pero vos mentís un poco más…”
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 21, 2016