Cuando vi y escuché en los medios, al Juez GUSTAVO HORNOS presidente del Sistema Interinstitucional de Control de Cárceles, diciendo que sus pares están en desacuerdo en concurrir a las cárceles y que se necesita un CAMBIO DE CULTURA, me di cabal cuenta que seguirán burlándose de mí a más y mejor, mientras voy muriendo en prisión.   Que nunca lograré hacer escuchar mi verdad, en la que afirmo que estoy ilegalmente detenido.

La “justicia” habla de un cambio de cultura, en algo tan simple como una visita de control a la prisión.  No dice que existe la Ley 24.660 que los magistrados no cumplen. La misma obliga a los togados a concurrir a visitar a quienes están a su disposición en plazos no mayores a los 6 meses. Mientras, continúan las muertes, sin prisa y sin pausa.