El Hombre que Llegó desde el Ministerio de Justicia
En horas de la tarde de ayer 1º de abril de 2016, un alto funcionario del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, el Dr. Gustavo GETTAR, especialmente enviado por el Ministro de dicha cartera concurrió al Hospital Penitenciario Federal HPC1, para entrevistar a Claudio Alejandro KUSSMAN a los efectos de interiorizarse de su grave situación de denegación de justicia. Durante esa larga entrevista que duró más de dos horas, estuvieron presentes sus abogados defensores, los Dres. Gerardo IBÁÑEZ y Carmen María IBAÑEZ. Tomó debida nota de todo lo que se le expuso y prometió imponer de todo al Sr. Ministro Germán GARAVANO a los efectos que desde esa cartera se puedan adoptar las medidas atinentes a su competencia.
Una Voz en el Teléfono
El paisaje que bordea la ruta Interestatal 95 en su trayecto desde Virginia hacia North Carolina tiene una decoración de arboles completamente blancos tan impactantes que prometí descubir su nombre algún día. Esto continúa por varias millas hasta contrastar con el cemento del puente que sortea uno de los tantos brazos del río Roanoke hacia el Este y se transforma en los rapidos en el extremo Oeste. Esta pasarela gris posee una amplia banquina haciendome las veces de despacho para recibir una inesperada llamada. Desde las oficinas del Ministerio de Justicia una cálida voz femenina me informó que el doctor Gustavo E. Gettar quería interiorizarse sobre el caso de Claudio A. Kussman. El doctor Gettar es dueño de una cuidada oratoria y condujo su cuestionario con una inconfundible expresión de asombro y preocupación. Cordialmente, ofreció visitar al detenido en cuestión. Gerardo Ibáñez -uno de los representantes de Kussman- se movió rapidamente y ofreció recoger al magistrado para así ambos dirigirse al Hospital Penal Central (Mote para informar a donde está alojado Kussman, no para darle entidad de centro sanitario)
Para bien, y contarlo como anécdota, para mal (Pues es la cruda realidad) su anfitrión fue un miembro del establecimiento quién -en camino a ver al reo en huelga de hambre- relató un curioso incidente relacionado con otro prisionero: Un Coronel quien supo dejar caer su cuerpo en las camas del sanatorio. El profesional reportó a tribunales de la grave situación de salud que podía tener debido a la falta de una buena atención hospitalaria de este ex uniformado próximo a cumplir 90 años. La respuesta fue congelante. Simplemente un reto. O nada más ni nada menos que un reto. Sobre eso no se significa.
Claudio Kussman, desde el "Hospital" Penal Central, habla de la visita del doctor Gustavo Edgardo Gettar, representante del Ministerio de Justicia
Pero fue un buen prólogo para conocer la herencia que se recibió. En plena reunión, el doctor Gettar logró conocer copiosamente el caso Kussman, quien no se detuvo allí. Su descargo rescató a la persona de Paulino J. Fernández, el policía acribillado ante los ojos de su hija Mariel de por entonces siete años bajo las garras de los jovenes maravillosos y que ha sido olvidado por varios gobiernos democráticos y que se alza como un pequeño ejemplo de los tantos Ibarzabals, Larrabures, Grassis u Oliveras que sufrieron muertes horrendas y tampoco son parte de la historia incompatible que con tanto éxito han supido conseguir enquistar en parte de una sociedad que -por corrupta o por indolente- ha adoptado como veraz. Quedarán en el olvido las padecidas por el doctor Chiachietta, el ex uniformado Mastandrea, o los Portillos, los Becerras que agonizaron víctimas de un abandono y crueldad tal que ni una pluma como la de H.P. Lovecraft hubiera podido originar.
Kussman no concluyó con esto. Mostró su gran preocupación ante la imagen de gobierno blando que tiene el que rige los destinos del país. A los presos políticos, a los prisioneros ilegales, a los prisioneros de guerra que murieron durante el gobierno kirchnerista se le suman los que dejaron de existir en los últimos cuatro meses. Mientras todo se demora, la muerte acelera sus pasos.
El doctor Gettar vino, vió y… ahora resta conquistar lo más difícil: El momento de la acción. La Huelga de Hambre continúa. La justicia, volverá a transitar por los carriles normales?
Fabian Kussman
PrisioneroEnArgentina.com