Octubre 30, 2015
Flagrante corrupción política y judicial
Una de las noticias del día, fue lo ocurrido en Olivos cuando Gustavo Matías, miembro de la Cámpora, luego que fuera reducido y detenido (Leer el incidente) casi es liberado mediante la fuerza por una turba de militantes. Esto finalmente, lo concreto un obsecuente miembro del poder judicial, en la persona del fiscal Alejandro Guevara, quien no solamente liberó a Matías, sino que además le restituyó el arma empleada. Atrás quedó un policía lesionado y un devastador efecto a nivel institucional quien va a pagar aquel que requiere la intervención policial en el futuro.
Estos hechos, si bien no son excepcionales en nuestro país, si son más frecuentes en los últimos años por el debilitamiento y asfixia que sufren instituciones como la Policía en la autoridad y autoestima que deben tener.
Como acciona la Policía en Estados Unidos
De allí, luego de comprobar yo in situ, como actúa la Policía de Estados Unidos, es que siento el máximo respeto por su democracia y sus instituciones. De aquel país, recuerdo cuando Al Gore era vice presidente y su hijo fue detenido por consumo de bebidas alcohólicas siendo menor de 21 años. Si, menor de 21 años, y no es un error.
Una situación similar y por los mismos motivos, fue arrestada una de las hijas de George Bush. La misma fue apresada en dos ocasiones mientras su padre estaba a cargo de la Casa Blanca.
Que decir cuando el alcalde de Washington fue privado de su libertad al no interceder en el corte de una calle, luego de ser advertido e intimado por la autoridad policial.
Mientras, cortes de calles ocurren libremente y a diario en nuestro país sin sanción alguna. En ningún caso, el efectivo policial americano que interviniera, debió preocuparse por su estabilidad funcional. Para ellos, esta forma de actuar, es norma.
Efecto devastador
Cuando me refería al efecto devastador que produce un acto como este en las filas policiales, podríamos enumerar algunas de ellas, y así decir:
1- El desgaste en el mando. El personal subalterno ve y siente que sus jefes "No los bancan" frente a un conflicto con un político. Están indefensos y esto, luego los justifica para que se comporten reticentemente y faltos de voluntad en toda intervención policial.
2- El Jefe queda con un conflicto de mando, otro de orden moral y un final, de autoestima. Si se mantuviera en una postura legal presentando quejas frente a la justicia y a los mandos superiores, como mínimo sería trasladado muy lejos de su domicilio y quizás sumariado. Priva su orgullo policial o la estabilidad económica de él y de su familia. Así pasa a ser involuntario cómplice del accionar corrupto del fiscal.
3- Relajamiento de la disciplina interna y externa. A futuro, esos jefes que tuvieron que "aceptar" un hecho de este tipo, deberán mirar para otro lado cuando su personal cometa faltas en su proceder para con terceros que no tengan influencias o poder alguno.
En los últimos tiempos, el personal policial está buscando y logrando destinos tranquilos en el interior de la provincia. Se cansaron del Gran Buenos Aires, en donde su autoridad -que ha sido prácticamente demolida- es puesta a prueba como rutina. Cualquier delincuente menor se anima a hacerle frente y denunciarlo aún sin motivo, causándole al efectivo serios problemas administrativos.
ESTOS HECHOS NO SON UN SPOT PUBLICITARIO Y EN CONSECUENCIA YA NO ESTA DANIEL SCIOLI DANDO LA CARA E INTERESANDOSE COMO REALMENTE TENDRIA QUE SER.
Esta es la realidad y la injusticia que todo policía deberá enfrentar en soledad. Allí es donde deben estar presentes sus reservas morales y su vocación policial, si es que la tiene.
Hago votos para que el dirigente Matías, no radique una denuncia y de esta manera tome represalias con el personal interviniente. Pero también mis votos son para que hechos de corrupción política y judicial, como el presente, a la brevedad terminen definitivamente en nuestro país para el beneficio de todos aquellos ciudadanos de bien que habitan su suelo.
Claudio Kussman
PrisioneroEnArgentina.com
Matías, La Cámpora, La Moral y La Impunidad
Gustavo Matías, figura central de La Cámpora en Vicente López y ex secretario general de la rama local del Frente para la Victoria, terminó demorado en la Comisaría 1º de Olivos sobre la avenida Maipú, un hecho que adelantó el sitio Expediente Político y que este medio pudo corroborar. Un patrullero llegó a su casa a raíz de una trifulca que tuvo con los hermanos de su novia, militante también. Las fuentes policiales descartan cuestiones de violencia de género. Simplemente, fue el camporista contra sus cuñados.
En ese entonces, varios patrulleros fueron enviados como refuerzo; un policía terminó lastimado tras tratar de reducir a Matías.
Mientras se le iniciaba a Matías un sumario con la carátula de "lesiones recíprocas y resistencia a la autoridad", unos 60 militantes locales se presentaron en la puerta de la comisaría para exigir a gritos su liberación, aunque voces alrededor del caso desmienten un intento de copamiento.
Una fuente policial graficó el hecho a Infobae con una curiosa analogía: "Es como cuando uno detiene a alguien en una villa. Se te juntan todos en la puerta. Los muchachos se pusieron un poco densos".
Comenzó a circular la versión de "llamados importantes", contactos que sus compañeros de militancia hicieron con figuras de peso para agilizar la liberación de su líder. Lo cierto es que Matías pasó cuatro horas encerrado para luego volver a la calle. Otros cinco individuos fueron demorados junto a él. La causa, entonces, pasó a manos del fiscal Alejandro Guevara, que tuvo a su cargo la investigación de la muerte de Solange Grabenheimer.
Diana Conti, de reconocida militancia en el kirchnerismo judicial, se convirtió en una suerte de madrina política de Gustavo Matías. Cuando Matías fue anunciado como secretario general del FpV para Vicente López en el Club Teléfonos en noviembre del año pasado frente a 400 militantes, Conti fue la oradora invitada para el cierre, en donde habló con críticas veladas a Enrique "Japonés" García, invitándolo a no presentarse a intendente, cosa que finalmente hizo.
La diputada apareció luego repetidas veces junto al joven dirigente en Batalla Cultural, una suerte de centro cultural y unidad básica frente a la estación de Olivos, para dar charlas junto a figuras del universo kirchnerista como Roberto Feletti. Pero fue el "Japonés" García al presentarse como intendente por el sciolismo lo que alejó formalmente a Matías del FpV. En un comunicado reflejado en medios zonales, Matías aseguró que renunciaba de forma "indeclinable" a su cargo. Sin embargo, los militantes continuaron siendo leales a él.