Domingo 8 de mayo de 2016,
19.50 horas.
Con Mary habíamos terminado de cenar empanadas y gaseosas. Suena el teléfono instalado recientemente en la sala de la casa, que a través de la pulsera electrónica que llevo implantada en mi tobillo izquierdo, me monitorea las 24 horas del día para evitar que salga a la calle o me fugue. Al atender mi esposa, una voz femenina que dice ser de la pizzería MI GUSTO, sucursal de Escobar, (http://www.migustoesdiferente.com.ar) pregunta por el pedido de empanas que realizáramos. Sorpresa, preocupación y dudas. Mientras mirábamos para todos lados en busca de micrófonos y una cámara oculta, me comuniqué a través del mismo teléfono, con línea directa a la central de control e hice saber lo ocurrido. Quedaron que me informarán. Las conjeturas e inferencias, son múltiples y las dejo libradas a la imaginación de quienes lean estas breves líneas. Ahora espero que no se nos cobre el pedido no realizado de las tan mentadas empanadas. Pero bueno todo puede ser ¿no? ¿O acaso no pasé 17 meses en prisión y mi futuro y el de mi familia no son totalmente inciertos al día de hoy?
Claudio Kussman
PrisioneroEnArgentina.com