EL MURO DEL SILENCIO
III
LOS MEDIOS DE INFORMACIÓN
Autor: Carlos Españadero
Hablar de medios de información, impone pensar
en el periodismo de todo tipo, y actualmente en
internet.
El periodismo se ha preocupado a lo largo de su existencia, de demostrar que es un poder dentro de cualquier nación. Y efectivamente lo es.
En realidad, en toda sociedad si dentro de ella los diversos componentes pretenden ser poder, y un paso después el poder, “estamos en el horno”.
Imagínese si los recolectores de basura, deciden proclamar su poder. Y para ello, deciden cuando van a recoger la basura, poner condiciones ventajosas para ellos, a cambio de recoger basura. Por ejemplo, decidan que la basura debe tener buen olor o no la recogen. Claro, la gente podrá encogerse de hombros, pero cuando la basura se acumule en la puerta de su casa, porque tienen mal olor, y los insectos invadan el lugar, es posible que considere la posibilidad de poner perfume a la misma.
En el caso del periodismo, las bases de su poder, se encuentran en que buscan toda información que a su juicio sea publicable, y nadie debe impedir que lo haga. Las organizaciones internacionales periodisticas, han cifrado su combatividad en torno de una palabra: “censura”. Pero a la vez, ha establecido, que el periodista tiene la facultad de calibrar si una información debe o no ser publicada, en ejercicio de su absoluta libertad. Como esto emerge de una postura ideológica, no se peca si resulta contradictoria, como combatir la censura y sostener la propia autocensura. Esto es ayudada por el aporte del liberalismo, cuando establece que el concepto de propiedad es exclusivo y excluyente. Si se es dueño de un medio de difusión de informaciones, como propietario que ha pagado por su propiedad, puede hacer lo que quiere. Y de esta forma, la información (cualquiera) se transforma no solo por su propia naturaleza, sino por ser manipuleada por un propietario que no puede ser cuestionado, en un instrumento del poder. Y esto incluye el poder de silenciar informaciones.
Esto entre los periodistas se materializa en dos frases: “negar micrófono” o “dar micrófono”. Y en cada acontecimiento importante para la comunidad, hay cosas a las cuales hay que negar micrófono y a la vez, hay cosas a las cuales hay que dar micrófono.
Cuando se crea un “muro del silencio” se debe tener en cuenta que estos conceptos deben ser tenidos muy en cuenta.
El “kichnerismo” se preocupó de crear una imagen creíble “de la represión realizada sobre una juventud maravillosa por parte de una nueva “gestapo” que realizó todo tipo de tropelía”. Y convenció a la población. Y lo más dificil, concilió intereses con los medios de difusión. La propuesta ha sido y es, negar micrófono a todo lo que ayude a demostrar las falacias de la imagen, y a la vez, dar mucho micrófono a los que exaltan e incluso aumentan la imagen producida.
A la vez, irrumpe internet con sus enormes capacidades para difundir informaciones. Todavía es limitada. Tiene la ventaja de disminuir la posibilidad de negar o usar el micrófono. Pero a la fecha, su público es muy limitado. Aisladamente, solo llega a corresponsales individuales o queda a la espera de un curioso “internauta” que ingrese a su pagina o a la página donde se pudo colocar una información. No hay prácticamente límites para difundir información. Pero no hay seguridad que la reciba un corresponsal decidido a leerla. O que quedando “en la nube”, vaya alguien a buscarla. No me refiero a las páginas de periodistas o políticos o “famosos”, que tienen sus seguidores. En cuanto a las redes, su público en general es pequeño, si es que se quiere hacer conocer algo a una población.
El planteo fue exitoso. Con el gobierno en el poder, se instrumentó una estrategia que impidiera que las injusticias, las ilegalidades y las naturales quejas de las víctimas fueran conocidas por la población.
A la vez, se aturdió con exhibiciones públicas, videos, programas de medios de difusión y masivo empleo de internet, sobre las epopeyas de las bandas terroristas en los años 70, o por los crímenes de la “represión”.
Fueron en esto tan eficaces, que ellos mismos se convencieron de la verdad de las “mentiras” urdidas imaginativamente.
A manera de ejemplos, citaré algunos casos, que me constan y que dará idea al lector de la eficacia de estas herramientas para mantener el muro en pleno funcionamiento.
La enorme cantidad de programas de difusión, han logrado hacer que a pesar de la cantidad de información que se maneja, haya necesidad de cubrir espacios con cuestiones que en el pasado se consideraban nimias. Un homicidio puede motivar su permanencia en el “imaginario colectivo”, gracias a la intensidad de medios que lo tratan a lo largo de un extenso período.
Para el caso de “los delitos de lesa humanidad” que han permitido mantener presos a mas de 2000 integrantes de organizaciones de defensa y de seguridad, hubo necesidad de “negar micrófonos” sobre numerosas cuestiones, que hubiera justificado fueran tratados continuamente por los medios de difusión.
Citaré algunos ejemplos, que no agota el listado:
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El 02 de febrero, presenté ante un juez federal la denuncia de prevaricato contra la señora Cristina Fernández de Kichner, sus gabinetes, la Corte Suprema de Justicia, la Cámara de casación; el Tribunal Oral Criminal Penal que me condenó, violando el artículo 18 de la Constitución Nacional. A la vez a los procuradores de la nación desde 2003, los fiscales federales, generales y jurisdiccionales que hubieran intervenido. La denuncia en sí es abarcativa de prácticamente todo el fuero federal. Un lego puede pensar que esto es una denuncia importante, como lo puede ser una de corrupción, cuando los presuntos imputados son del nivel indicado. Ha pasado tres meses y medio, y ningún medio de difusión a notado la existencia de una denuncia que origina a la vez, que más de 2000 personas, todos adultos mayores, estén privados de su libertad. Supongamos que fuera una denuncia que no se ajustara a Derecho, cabría también considerar sus falencias así como la irresponsabilidad del autor. Pero de esto hay que “negar micrófono”.
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En la cárcel han muerto durante la gestión kichnerista, más de 300 detenidos. Si bien se podría creer que es producto del fin de un ciclo vegetativo, en realidad muchos de ellos constituyen homicidios, (sean dolosos o culposos) dado que muchos murieron como consecuencia de una atención inadecuada, y haciendolo en medios de sufrimientos que sus compañeros no podían impedir. Claro que esto no fue conocido por ningún medio de difusión. O si lo fue, funcionó el “negar micrófono”.
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Los medios de transporte de los servicios penitenciarios, fueron intensamente utilizados, dado que los adultos mayores tenían que concurrir a nosocomios para su atención médica. Aparte de ser trasladados con medidas de seguridad innecesarias, (custodios de uniforme y esposas), cuando son personas muchas veces con dificultades para moverse, debían viajar a velocidades excesivas en vehículos sin aseo y obligados a hacer recorridos muy prolongados dado que se aprovecha a hacer un itinerario que permitiera concurrir a varios presos a diversos lugares, esperándolos mientras se atienden. En general se sale en torno de las 0300/0500 hs y se regresa en torno a las 1800 hs. Hay casos, en que se regresó a las 0200 hs. sedientos y hambrientos. Durante ese lapso, el preso debe permanecer dentro del vehículo esperando que atiendan a otros y ha habido casos, de presos que tuvieron que hacer sus necesidades fisiológicas dentro del vehículo y recibiendo las reprimendas de sus custodios. Dado que todos estos vehículos están adaptados como celulares, de ocurrir un accidente el o los transportados pueden quedar retenidos en el interior del mismo. Esto, en el siglo XXI, podría ser una noticia merecedora de aunque sea una “nota”. No hubo micrófono para esto.
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A las organizaciones armadas y de seguridad, que cuentan para la asistencia médica de hospitales propios, que normalmente son de concurrencia exclusiva por parte de sus integrantes, se les ordenó que la negaran (consultorio externo o internación o cirujía) a los presos de “lesa”. Claro que debieron continuar pagando estos servicios. En consecuencia, cuando les fue necesaria la atención, debían concurrir a hospitales públicos, donde se carecia de la historia clínica correspondiente. Una intervención quirurgica urgente (cosa muy frecuente) se convierte en una etapa acelerada hacia la muerte, o en el mejor de los casos, en un resultado que deja postrado al paciente. No hubo un micrófono que quisiera “curiosear” sobre la verdad o falsedad de esto. Claro que hay fallecidos con nombre y apellido, que han sufrido esto, en nombre de los “derechos humanos”.
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Dentro de lo señalado precedentemente, han ocurrido hechos “interesantes” como del Director de un hospital público que se negó a que un paciente “de lesa” fuera atendido en su establecimiento. Y otro que al ver que se podía comprometer legalmente, decidió internar al paciente pero en vez de hacerlo en la sala, lo envió a un cuartucho utilizado para deshechos. Esto tampoco fue noticia. El negar micrófono funcionó bien. Y el muro del silencio cumplió su misión.
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Hay muchos casos más, pero señalo este como un hecho “emblemático”: el 02 de marzo, el comisario mayor Claudio Kussman, inició una huelga de hambre por las ilegalidades judiciales que sufría y además por el entorpecimiento en el cuidades de su salud. Esto en un país normal, produce una noticia, que hasta puede ser motivo de títulos tipo “catastrofe”. Un preso enfermo haciendo huelga de hambre, por ilegalidades comprobables de la justicia. Un inocente privado de su libertad desde hace más de un año. Pero no. Sólo se enteraron los consecuentes seguidores de su página en internet www.prioneroenargentina.com; sus seres queridos, sus compañeros de cautiverio y las autoridades del penal. Por suerte informó a su juzgado “que despertó” y al parecer decidió ver de que se trataba la causa, que ya tiene 6 sucesivos jueces subrogantes, que concurrían desde otras localidades una vez por semana.
En este caso, se informó a numerosos periodistas y dirigentes políticos, pero el “muro funcionó”. Presenté un recurso de amparo a un juez federal, sin que tuviera respuesta, a pesar que una huelga de hambre impone una urgente intervención. Por suerte Kussman suspendió su huelga al recibir algunas propuestas del juzgado. Pero la población ignora todo esto.
Como se verá estas herramientas han funcionado muy bien. Tanto que creo que este escrito solo será conocido por el reducido público que siente como los presos y viven su sufrimiento.