El combate por el derecho a la salud y a la atención médica en las cárceles:
una violación permanente a los derechos humanos de los prisioneros políticos.
Todos los expertos son contestes enafirmar que las cárceles argentinas no están adaptadas para alojar a personas mayores de 70 años, enfermas o minusválidas, y que existe una grave deficiencia en la prestación de salud y asistencia médica penitenciaria. Numerosos detenidos se deslizan con sillas de ruedas, otros utilizan bastones, hay a quienes les fueron amputadas una y/o ambas piernas.
Es escaso el plantel de médicos y del personal de salud, y ha ocurrido que en hospitales públicos, muchos se han negado a brindar sus servicios a los prisioneros políticos.
El ministro de defensa había dispuesto que los beneficiarios de obras sociales institucionales no recibieran tratamiento en sus nosocomios respectivos.