Dilma de Lula
Dilma: Lula, escúchame.
Lula: Dime, querida.
Dilma: Mirá, estoy mandando a "Bessias" (Jorge Messias, subjefe de Asuntos Jurídicos de Presidencia) con el papel para que lo tengamos, úsalo sólo en caso de necesidad, que es el acta de nombramiento, ¿está bien?
Lula: Ajá. Está bien, está bien.
Dilma: Eso, nada más, tu espera ahí que está yendo.
Lula: Está bien, estoy acá, me quedo esperándolo.
Dilma: ¿Está bien?
Lula: Está bien.
(Dialoguito romántico entre la presidente de Brasil y el ex presidente Lula Da Silva quien estaría 'zafando" del traje a rayas. Muchos creyeron que era una canción de Pimpinela)
La presidenta de Brasil designó a su mentor, Luiz Inacio Lula da Silva como jefe de gabinete, un cargo que le garantizaría al ex mandatario una cierta protección legal frente a las investigaciones de corrupción en torno a Petrobras.
Dilma Rousseff, en el año 2015, fue hallada culpable de adulterar las cuentas públicas para esconder el déficit, una maniobra que representa un delito de responsabilidad y base para un juicio político. La oposición, liderada por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y apoyándose en el presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha (también implicado en el petrolão), inició el proceso de impeachment. Sin embargo, a último momento, el STF intervino y, alegando fallas de procedimiento, puso en suspenso el proceso.
Justamente ayer por la tarde, mientras se hacían públicas las escuchas telefónicas entre Dilma y Lula, el STF estableció las reglas correctas para el impeachment, y tanto Cunha como las principales fuerzas de oposición adelantaron que hoy mismo volverán a la carga con el juicio político para sacar a la presidenta.
Esto es seguramente un malentendido que tiene una lógica explicación a ser conocida. Sabemos por experiencia que los gobiernos populistas serían incapaces de orquestar semejantes conductas. Un dirigente político con la altura moral de Lula, sin nada que esconder, jamás obstruiría a la justicia.
PrisioneroEnArgentina.com