De Huelgas de Hambre, Amistad y los Generales del Ayer
Por
Carlos Españadero
El general (RE) Eduardo Cabanillas, ha iniciado una huelga de hambre, en su condición de preso político del montonerismo kichnerista y hoy por el macrismo. No es mi intención hacer la apología de los generales que asumieron por sí, los destinos del país durante la guerra civil ocurrida entre 1970/1973 ni 1976/1983. Ni apoyar sus irresponsabilidades ante sus subalternos, a quienes impulsaron en muchos casos a cometer crímenes aberrantes y luego paladinamente eludir sus culpas tratando de convertir sus delitos en camino hacia “su martirio”. Ni tampoco de terroristas subversivos asesinos y ladrones del patrimonio argentino en nombre de una “revolución informe” y sí “vengadora” de los que le impidieron asumir el poder. La revolución no existe. La venganza sí.
En este caso, el general Cabanillas era un oficial subalterno en el momento de la tragedia terrorista argentina. Sus ascensos fueron posteriores a la misma, cuando retornaron los gobiernos constitucionales después de 1983. Hoy es procesado ilegalmente, como los que se encuentran en prisión, por una justicia prevaricadora sometida al proyecto de exterminio vengativo del kirchnerismo.
El comisario mayor Claudio Kussman, fue el primer preso político que inició una huelga de hambre durante el gobierno del macrismo. No fue escuchado hasta que se publicó una solicitada en el diario La Nación. Gracias a esto, después de mas de 40 dias de huelga, y cuando los que lo conocemos y apreciamos temíamos por su vida, el tribunal prevaricador le concedió la prisión domiciliaria “para calmarlo”.
Pero el comisario luchaba y lucha por su inocencia. Y esto hace que siga. Desde 15 de febrero del 2015, publica un blog donde denuncia las violaciones de los derechos humanos sobre personal que luchó contra el terrorismo entre 1970/1983. Creo que su escrito tiene hoy el valor de un luchador que defiende sus derechos humanos, y con ello el de los que sufren como él.