Cuando los Spots Publicitarios No Sirven
Los Asesinatos de la sargento Betina Bringas y el oficial Sergio G. Fernández
Por Fabian Kussman
Agosto 3, 2015
El oficial ayudante Sergio Gastón Fernández y su esposa, la sargento Betiana Bringas, fueron asesinados por delincuentes que intentaron asaltarlos en Rafael Castillo, partido de La Matanza.
El 1 de Setiembre del 2015, Fernández de 29 años estacionaba su auto en su propiedad de la calle Luro en la mencionada localidad y fue abordado por tres delincuentes con el fin de asaltarlo. El policía intento resistirse y recibió un impacto en su torso.
El cuñado de Fernández fue testigo de la situación cuando acarreaba un cesto de basura desde la casa. Ingresó nuevamente y dio conocimiento a su hermana de lo que estaba sucediendo. La sargento Bringas ganó la calle y sostuvo un enfrentamiento armado con los malhechores recibiendo un impacto de bala en su estómago. Entonces, los ladrones se dieron a la fuga.
El matrimonio -padres de una criatura de 4 años- fue trasladado a un hospital, en donde dejaron de existir unas horas más tarde, durante la madrugada.
La policía logró detener a un joven de 19 años apodado "Tata" sospechoso del crimen y buscado por la ley por el homicidio de otro policía, hecho acaecido a principios de agosto.
El detenido está sospechado también de haber participado en el crimen de un sargento de la Policía Federal, Luis Rodríguez, que fue baleado en presencia de su novia por una banda de delincuentes que le robó el auto.
Una vez más, la prueba de la poca o nula importancia que el candidato presidencial Daniel Scioli brinda a sus sufridos gobernados o a "su" Policía. La legislación corriente no permite a las autoridades impartir la seguridad que el pueblo necesita y menos aún la escasa protección en presencia de lo que puede ser un asesino en serie justamente de efectivos policiales.
Es entendible para todos nosotros, los indiferentes, que el gobernador Scioli -en plena campaña rumbo a la presidencia de la República Argentina- se encuentre ocupado y comprometido con la causa y continuidad del proyecto Narc & Pop Goes the Weasel (1) y para ello deba gastar dinero y tiempo en spots publicitarios y recorridas palmeando espaldas de conciudadanos. Sospecho que esto no es entendible para los familiares del oficial Fernández o los familiares de la sargento Bringas. Tampoco quisiera ser yo quien deba explicarle algún día a esa criatura de cuatro años que despidió a sus padres ya que una campaña publicitaria y los costos que esta demanda era más importante que la seguridad de los argentinos.
(1) Uno de los significados de la popular canción Pop Goes the Weasel habla de la piel de comadreja (Weasel) que sirve de abrigo para ciudadanos, debía ser empeñada por sus dueños en tiempos duros con el fin de adquirir alimentos.
Postales de un Gobernador Ausente