Compartiendo vida. Caen las hojas del calendario
Caen las hojas del calendario y ya pronto estrenaremos uno nuevo con bonitas ilustraciones que acompañen el año 2016 Cada día tachado en mi calendario tuvo una historia, un proyecto, una alegría o una decepción. Cada cruz revela el tiempo pasado, los buenos momentos, las metas alcanzadas y las que aún me quedan por alcanzar. Cada hoja arrancada pasa una página más del libro de la vida que progresivamente voy escribiendo. Al final de este año, descubro lo que conseguí, las esperanzas puestas en proyectos sencillos pero a la vez cargados de esfuerzo y tesón. Descubro las veces que amé y las que dejé de amar al hermano que más cercano tenía. Descubro los grandes pasos dados por alcanzar utopías y las veces que la desilusión se apoderó de mí. Descubro la importancia de ser yo mismo y las ocasiones en las que el miedo me replegó e intimidó. Descubro la grandeza de la amistad, la importancia de tener buenos amigos con los que poder compartir lo que soy y tengo. Descubro lo hermoso de darme a mí mismo en cada cosa que hago, con entereza, seriedad... pero también con cierta dosis de "locura", necesaria para marcarte nuevas metas. Descubro la importancia de lo vivido, lo bueno y lo menos bueno, porque en todo ello Dios iba escribiendo y marcando una pauta. Ha habido días que hubiera preferido que no existiesen, pero también ha habido muchos más días en los que la vida se ha mostrado como un lindo camino a seguir, con sus piedras y tropiezos, pero con un Dios que SIEMPRE ha estado PRESENTE. Ese Dios ha ido tachando cada día conmigo, ha arrancado las hojas a mi lado y ha sonreído con cada logro alcanzado. Mi calendario nuevo de este año tiene unos preciosos paisajes que lo embellecen, unos paisajes que me recuerdan la grandeza del mundo en el que vivimos y de mi pequeño mundo en el que yo, mis circunstancias, los acontecimientos, las personas... caminan junto a mí y vivirán cada día del 2016 como un gran regalo
Jorge Lobo Aragón